Nono, no me refiero a esto.
Me refiero a otra cosa. Irme a Londres fue, sin duda, una de las cosas que más ha cambiado mi vida. No sólo por todo lo que dejé aquí, lo que me llevé allí, lo que me dejé allí y lo que me traje para aquí. También por la música.
Descubrir el G-A-Y Bar fue para mi como ver que en mi actual iTunes venden alcohol. Ver a Dannii, a Gerita o a las Girls Aloud haciendo playback en directo. Recorrer la línea de bus desde Waterloo hasta Finsbury Park oyendo el disco de Jem. Acumular singles y más singles.
Por supuesto, Cole, mi novio de entonces (y al que me resulta muy raro ver en Facebook y no tenerlo de amigo) me enseñó música que ahora me recuerda a él. Él era un gran fan de Christina, del flamenquito bueno, de Basement Jaxx (mucho mejor en sala pequeña), de Kasabian y the Hormonas.
Demasiada nostalgia para tan pocos meses.
El año 2204 es que fue muy asi.
ResponderEliminarPor supuesto, me encanta que cierres la entrada con el vídeoclip de una de las canciones más melancólicas del pop. "We were in London..."
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